lunes, 28 de mayo de 2012

Domingo 20 de mayo del 2012 - Zegama - Aizkorri


Mientras que los otros miembros de Factor 5 team disputaban el cross de montaña tres refugios en Madrid (http://www.copadehierro.es/3r/index.asp), yo había sido agraciado con un dorsal en el siempre concurrido sorteo para la mítica carrera Zegama-Aizkorri.
Espectacular, así definiría esta carrera y esto lo digo el día después y con todas las agujetas de la carrera todavía en las piernas.
Espectacular por la organización, por la belleza del recorrido, por la variedad del terreno, por la hospitalidad de los voluntarios y el público, por los avituallamientos, por todo.
No podría decir que ha sido una carrera épica ni que roza el límite como diría Josef Ajram. Creo que es una carrera que deja correr si vas con un poco de cabeza. La climatología la hizo un poco más complicada pero me imagino que es lo que toca en el norte de España en mayo. Si no es frio es calor y sino viento o nieve. Yo ni soy valiente, ni soy de los que por pelotas tengo que acabar por muy mal que esté ni estoy demasiado bien adaptado al medio. Esto con un poco de entreno y mucha ilusión se hace sin problemas, otra cosa es en qué tiempo claro J

Llegamos a Vitoria el sábado sobre las 17:00 horas. Dormimos en Vitoria y el domingo por la mañana nos fuimos rumbo a Zegama. Desde que llegamos el sábado hasta volver el domingo por la tarde a Madrid no paro de llover...

Primera carrera con la equipación de Factor 5 team. Las zapatillas (Salomon S Labs 4) como hechas para esta carrera con mucho verde y mucho barro. Es increíble lo bien que agarraban, en comparación con mis Trabuco la diferencia era abismal. El chubasquero de Salomon increíble. En momentos de sudor transpiraba (no como los chubasqueros de Joma que tengo en casa que paracen una bolsa de plástico e comparación) y aguantó la lluvia perfectamente.
Este año tuvimos mala suerte con la climatología (algún año hay suerte?). Llevaba mucho tiempo lloviendo y convirtió el trazado en muy peligroso con muchísimo barro y piedras muy resbaladizas. Durante toda la carrera nos llovió aunque normalmente era una lluvia muy fina que no molestaba en exceso, era más bien toda el agua que se había acumulado en el suelo. De temperatura, excepto en los picos, tampoco era de demasiado frio pero decir que hacía calor es una exageración (de 6-7 grados). En las 4 cumbres nieve y mucho viento helado, que abrigado no pasa nada, pero como llegabas empapado pues se hacía notar. El que no llevaba guantes lo paso peor porque tanto por el frio como los continuos apoyos que había que hacer para conseguir subir o bajar los guantes en esta edición eran imprescindibles.

Yo, siendo sincero, tenía mis dudas si iba a merecer la pena correr por el tiempo que hacía. Me plantee incluso decirle a Iñaki que me llevara a la estación de autobuses e irme a Madrid. Así podría celebrar mi cumpleaños con la familia y evitar un catarro. Por supuesto son cosas que pasan por la cabeza pero que luego no haces, una suerte.

Tras una noche que no paró de llover nos levantamos a las 06:00am y tras un breve pero nutriente desayuno (arroz con pavo por mi lado) llegamos a Zegama sobre las 07:40 y ya había mucho ambiente, la plaza cortada y mucho banderín de los patrocinadores de la carrera. Un ambiente muy deportivo y montañero. A la elite ni rastro, tenía mucha ilusión de ver al nº1 de todo esto, el Sr. Kilian y pedirle hacerse una foto conmigo, pero vamos, ni olerle por allí. Es más fácil ver y acercarte a Chema Martinez en un 10.000 de asfalto entre 10.000 corredores que a Kilian en una carrera de 500 personas :-( Es cierto que llovía a cantaros y seguro que estaban todos refugiados en algún sitio hasta que dieron el pistoletazo.
Iñaki y yo, tras recoger y colocarnos los dorsales, discutir durante un buen rato que ropa ponernos, etc. nos colocamos en la línea de salida, concretamente los últimos junto a dos chicos con bastones los cuales resultaron ser el 'coche escoba'. Llevaban el dorsal 000.


Se da el pistoletazo tras las charlas habituales de los políticos, etc. y nosotros ahí, los últimos (literalmente) justamente por delante de los dos chicos que marcaban el final de la carrera.

Una vuelta al pueblo a 5 minutos el mil y a Iñaki y a mí nos costaba engancharnos con los últimos, incluso abrieron una brecha entre ellos y nosotros dos. Estaba claro que mucha gente iba a pinchar más adelante porque esto no era normal.

Una vez que habíamos dado la vuelta de cortesía por el pueblo encaramos los primeros kilómetros de carrera, tramo durísimo y que en realidad dura hasta el kilometro 16 donde haces cumbre en el primer pico. Iñaki y yo vamos juntos en plan tranquilos y adelantando poquito a poquito sin quererlo a unos cuantos. En el kilometro 11 me dice Iñaki que me deja porque quiere correr su carrera y a su ritmo, poco a poco se va quedando atrás.

Yo me planteo la carrera como un entreno y cuyo objetivo final es llegar al último de los 4 picos (km 30) con fuerzas para encarar el tramo final que es una bajada espectacular y así acabar con buenas sensaciones. Regulo muy bien, no me pico con nadie, voy al trantran a mi propio ritmo y no me engancho con nadie. Esto me ha costado mucho pero he madurado y es la única forma de afrontar una carrera como esta. En el camino voy hablando mucho con gente que va corriendo a mí alrededor, el rimo lo permite. Algunos les adelanto y algunos me adelantan. Por la forma de correr de algunos sabes que antes o después les va a entrar el bajón y que les vas a adelantar. Yo me encuentro fenomenal, no me gusta que tenga que andar tanto.
Primero porque hay tramos muy técnicos que yo aun no sé hacer corriendo, otros tramos, sobre todo en las cumbres, piedras enormes que hacen imposible correr y luego por el suelo que está muy mojado y todo es barro y barro donde las subidas son muy complicadas y resbaladizas y las bajadas muy peligrosas.



Solo miro el reloj en el km. 20. Llevo 3 horas corriendo, pero lo importante es que me encuentro bien y que estoy disfrutando de la carrera. No vuelvo a mirar el reloj porque no es una carrera de tiempos ni ritmos.

Me habían dicho que había unas vistas espectaculares pero por la niebla no se ve nada. Habrá que volver alguna vez para poder comprobar si es cierto.




Cada poco hay avituallamientos, en muchos además de la bebida (agua, isotónica y en algunos incluso coca cola) hay comida; barritas energéticicas y cosas así. Yo como y bebo en todas excepto en las dos últimas. De hecho me paro en todas y como bien porque creo que un error que he cometido en todas las carreras hasta ahora es que no me he alimentado adecuadamente (correr durante 7 horas por estas montañas requiere que vayas rellenando los depósitos de glucógeno). Creo que esto me salva de tener un bajón y el tiempo que se pierde es mínimo.

Llegamos al último pico y a partir de aquí es donde se supone que es donde me tengo que dejar lo último que me queda, me alegro mucho porque he ido reservando mucho, posiblemente un poco demasiado. La bajada en su primer tramo con cuerdas... imposible apretar, luego una zona de muchísimo barro, luego una zona de piedras que solo permite correr bien a los más valientes con mucha técnica y los últimos 6 kilómetros, por fin, llega el momento de un pistero como yo.

Una pista con mucho agua, poco barro y de dificultad baja. Voy bien y me pongo a tirar como un loco. Comencé a contar a la gente que iba adelantando pero al final era inútil, solo quería volar y disfrutar, me salte los últimos avituallamientos y ahí también gane algún puesto. Solo quería correr bien y adelantar a todo aquel que se me ponía en el camino. Llegue a contar hasta 15 personas pero alguno más fue vencido en estos últimos kilómetros. Llegue a meta entre júbilos, como se vuelcan los que espectadores - increíble, y dejándome sentir como el ganador de la prueba, a pesar de llegar a 2 horas y 31 minutos después de un tal Kilian que a estas alturas seguro que ya estaba a medio camino de su casa. Al llegar una bolsa llena de productos de la zona (guindillas, alubias negras, una botella de sidra, otra camiseta, etc.) y un montón de bebida y alimentos. Una ducha refrescante y al coche para no mojarme (seguía lloviendo a raudales) y a esperar a Iñaki quien llego poco después.

Grandísima carrera que me ha dejado un gran sabor de boca y aunque finalicé en 6 horas y 27 minutos creo que he hecho un carrerón para mis posibilidades en este mundillo del trail. De menos a más y con el ritmo justo como para dejarme un poco de aliento para disfrutar de todo lo que he vivido. Ojala fueran todas las carreras así y pudiese disfrutar tanto y acabar con tantas fuerzas. Creo sinceramente que con el suelo en mejores condiciones se puede correr bastante más y rebajar el tiempo final con mucho, pero las carreras e montaña no se deben comparar de año en año, cada año es una historia nueva y son las que cuentan.

Tiempo final 6 horas y 27 minutos. Aun ya teniendo 45 años (he cumplido años este mismo día) la organización no me ha metido en la categoría de VET MAS (les he enviado un correo) pero si hubiese sido el caso el puesto habría sido el 31 de mi categoría, puesto que considero muy bueno. D e la general el puesto 296.

Gracias mil y muy sinceros a mi grandísimo amigo Iñaki que me permitió disfrutar de un fin de semana genial y memorable acogiéndome en casa de su hermano Ivan, su mujer Irene y sus tres hijos que son fantásticos. Me lo pasé genial recorriendo las calles de Vitoria el sábado en su compañía, ver la final de la champion con todos ellos y una magnifica cena para rematar la estancia. Además me regalaron (y era yo quien les visitaba a ellos…) dos botellas de vino de la zona que beberé con mucho gusto cuando se de la ocasión. Muchas gracias a todos, un fin de semana tan completo como este quedara en el recuerdo para toda la vida porque carreras como esta no se hacen todos los días.

lunes, 7 de mayo de 2012

Domingo 6 de mayo del 2012 - IV Cross de los vientos (Navas del Márques)


            Era el Cross de los Vientos, una prueba aún sin caché más sólo por falta de tiempo, a la que se presentaban los miembros del Factor 5 Team dispuestos a realizar un entreno de calidad, pero con la lógica ambición de escalar posiciones en la clasificación absoluta.

            El abulense pueblo de Las Navas del Marqués, escenario del evento, cuajó una excelente acogida a los corredores, mucho más ‘asfalteros’ que de montaña, y especialmente les dedicó una meta triunfante, con un bocadillo de chorizo a la brasa que degustaron atletas e invitados con la mayor de las sonrisas.

            Una salida explosiva de casi 4 kilómetros de ligera subida permitió a los ‘voladores’ hacer distancias con relativa facilidad. La carrera se convirtió en un desfile de atletas desde los primeros metros. Ángel, fiel a su enorme calidad y miembro adyacente del Factor 5 Team, peleó en cabeza y finalizó la subida en segunda posición.

Por detrás, Sergio y Carlos, prácticamente a la par, intentaron  acercarse lo más posible a posiciones de privilegio mientras que José Manuel, que ya había utilizado sus zapatillas el día previo durante casi 20 kilómetros, inició la prueba con mayor tranquilidad.

Concluido el ascenso, era el momento de dejarse caer desde el Alto de Cartagena hasta las estribaciones del pueblo. Casi siete kilómetros de bajada, aderezada con alguna ‘cuestita’ que rompía el ritmo, en la que los integrantes del Factor 5 Team demostraron su validez en montaña. Kilómetros muy rápidos, zancadas vertiginosas y apoyos muy fluidos para adelantar corredores y mejorar sus posiciones.

Apenas en poco más de una hora, Sergio, Carlos y José Manuel hacían acto de aparición en la céntrica calle del Cristo para algarabía de algunos familiares presentes en la prueba. Previamente Ángel ya había cruzado la meta, en una sobresaliente quinta plaza, y siendo además primero en su categoría. Le siguió Sergio, decimoquinto en la general, y Carlos, decimoctavo a sólo minuto y medio.

Cinco minutos después alcanzaría el dulce sabor de la llegada José Manuel, trigésimosexto. Los tres se encaminaron a por el citado bocadillo de chorizo a la brasa, un manjar que contraviene las reglas nutricionistas a las que este equipo se debe pero que alegra el corazón.

Ese sabroso elixir quedó ensombrecido por un incidente con José Ceballos, otro de los adyacentes a este equipo. El abulense sufrió un percance, en una desgraciada caída, y ahora deberá reposar un tiempo para volver a calzar sus ‘zapas’ de montaña. Sólo queda desearle la más pronta y satisfactoria recuperación.

Y ahora vienen dos semanas muy importantes, las que nos aproximan a uno de los objetivos de la temporada, el Cross de los Tres Refugios. Una prueba emotiva, de indudable belleza paisajística y que servirá para calibrar el estado de forma de Factor 5 Team. Salvo para uno de sus miembros, Carlos, quien afrontará otro apasionante reto, la Zegama-Aizkorri, y al que deseamos mucha suerte.

Domingo 15 de abril del 2012 - X Carrera por montaña de Cuenca

En breve colgamos la crónica